Hola a tod@s, bienvenidos a mi blog HOMOARTIS. Este espacio está pensado fundamentalmente para mis alumnos Historia del Arte e Historia del Teatro. HOMOARTIS pretende ser un espacio abierto donde podamos compartir nuestro amor por el Arte en sus múltiples formas, y su desarrollo a lo largo de la Historia, como disciplina creativa y expresiva del Hombre. Espero que este blog crezca con sus comentarios y sugerencias.
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domingo, 22 de octubre de 2017
LA ARQUITECTURA DEL SIGLO XX - ARQUITECTURA ORGÁNICA
https://es.slideshare.net/secret/GmJ8Sn9M7YsOOI
https://culturacolectiva.com/diseno/la-arquitectura-organica-de-frank-lloyd-wright/
http://www.fadu.edu.uy/viaje2015/articulos-estudiantiles/casa-de-la-cascada-obra-maestra-de-la-arquitectura-organica-en-proceso/
https://books.google.com.uy/books?id=V5TZzA_ABfgC&pg=PA66&lpg=PA66&dq=principios+arquitectura+organica&source=bl&ots=OgvvyHNnO2&sig=ZhQ6q6oGCkd3BKvysClX2kOo6fw&hl=es-419&sa=X&ved=0ahUKEwjx9OOZyoXXAhURlpAKHRdBDj04ChDoAQg3MAM#v=onepage&q=principios%20arquitectura%20organica&f=false
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IAVA 2017
martes, 10 de octubre de 2017
LA ARQUITECTURA DEL SIGLO XX - Arquitectura racionalista
miércoles, 5 de septiembre de 2012
domingo, 22 de abril de 2012
El significado de la arquitectura según Chr. Norberg-Schulz
Artículo tomado del blog de la profesora Mónica Salandrú
http://www.estudi-arte.blogspot.com/
Christian Norberg-Schulz es un arquitecto noruego que ha escrito sobre teoría e historia de la arquitectura.
Su libro “Arquitectura Occidental. La arquitectura como historia de formas significativas” (Editorial Gustavo Gili, Barcelona), parte de la convicción de que la arquitectura consiste en significados más que en funciones prácticas. Estos “significados” son definidos como “existenciales” para acentuar su participación integral en la vida cotidiana. Dice Norberg-Schulz: “que una de las necesidades fundamentales del hombre es la de experimentar “significados” en el ambiente que lo circunda. Cuando esto se verifica, el espacio se convierte en un conjunto de “lugares”. Entonces el término “lugar” determina algo conocido y “concreto” mientras que “espacio” indica las relaciones más abstractas entre los lugares”.
La capacidad de abstracción y generalización del hombre lo lleva a la elaboración de símbolos. A través de ellos trasciende la condición individual y pasa a formar parte de la sociedad. Los símbolos no se limitan al lenguaje oral o escrito, también comprenden los gestos y otros tipos de comportamientos expresivos, objetos simbólicos concretos como las imágenes y también conceptos más abstractos. Todo producto humano puede ser considerado un símbolo que posee la función de dar significado a ciertas relaciones entre el individuo y el entorno. Tomados en conjunto, los sistemas simbólicos constituyen el orden común que llamamos “cultura”. En este marco, Norberg-Schulz entiende que el propósito de la obra de arte es conservar y comunicar significados existenciales experimentados. Con la percepción del símbolo, el hombre cumple un acto de “identificación” que contribuye a dar valor a su existencia, poniéndola en relación con un complejo de dimensiones naturales y humanas. Con la identificación, cada significado es sentido como parte de un orden espacio-temporal comprensivo. Cada acción se desarrolla en una estructura espacial más o menos definida y tiene necesidad de ella para producirse. El concepto tiene un doble significado: alude tanto a los aspectos espaciales objetivamente descriptibles como a la imagen que el individuo se ha creado de las relaciones espaciales que forman parte de su existencia. Pueden distinguirse espacios existenciales públicos y privados. El privado se construye a partir de las relaciones entre el individuo y su entorno, de las que resulta una imagen que consiste en relaciones tridimensionales entre objetos significativos.
El espacio existencial público es el resultado de tradiciones culturales que experimentan un proceso de transformación más lento, y que necesariamente inciden en las propiedades del espacio existencial privado.
En lo que refiere a la arquitectura primitiva, Norberg-Schulz sostiene que el hombre ha transformado el paisaje creando estructuras que le brindaran un apoyo seguro frente a lo desconocido que lo circundaba.
En base a estos conceptos, para este autor la historia de la arquitectura describe el “desarrollo y el uso de los sistemas de símbolos arquitectónicos y, por consiguiente, forma parte de la historia de la cultura”.
http://www.estudi-arte.blogspot.com/
Christian Norberg-Schulz es un arquitecto noruego que ha escrito sobre teoría e historia de la arquitectura.
Su libro “Arquitectura Occidental. La arquitectura como historia de formas significativas” (Editorial Gustavo Gili, Barcelona), parte de la convicción de que la arquitectura consiste en significados más que en funciones prácticas. Estos “significados” son definidos como “existenciales” para acentuar su participación integral en la vida cotidiana. Dice Norberg-Schulz: “que una de las necesidades fundamentales del hombre es la de experimentar “significados” en el ambiente que lo circunda. Cuando esto se verifica, el espacio se convierte en un conjunto de “lugares”. Entonces el término “lugar” determina algo conocido y “concreto” mientras que “espacio” indica las relaciones más abstractas entre los lugares”.
La capacidad de abstracción y generalización del hombre lo lleva a la elaboración de símbolos. A través de ellos trasciende la condición individual y pasa a formar parte de la sociedad. Los símbolos no se limitan al lenguaje oral o escrito, también comprenden los gestos y otros tipos de comportamientos expresivos, objetos simbólicos concretos como las imágenes y también conceptos más abstractos. Todo producto humano puede ser considerado un símbolo que posee la función de dar significado a ciertas relaciones entre el individuo y el entorno. Tomados en conjunto, los sistemas simbólicos constituyen el orden común que llamamos “cultura”. En este marco, Norberg-Schulz entiende que el propósito de la obra de arte es conservar y comunicar significados existenciales experimentados. Con la percepción del símbolo, el hombre cumple un acto de “identificación” que contribuye a dar valor a su existencia, poniéndola en relación con un complejo de dimensiones naturales y humanas. Con la identificación, cada significado es sentido como parte de un orden espacio-temporal comprensivo. Cada acción se desarrolla en una estructura espacial más o menos definida y tiene necesidad de ella para producirse. El concepto tiene un doble significado: alude tanto a los aspectos espaciales objetivamente descriptibles como a la imagen que el individuo se ha creado de las relaciones espaciales que forman parte de su existencia. Pueden distinguirse espacios existenciales públicos y privados. El privado se construye a partir de las relaciones entre el individuo y su entorno, de las que resulta una imagen que consiste en relaciones tridimensionales entre objetos significativos.
El espacio existencial público es el resultado de tradiciones culturales que experimentan un proceso de transformación más lento, y que necesariamente inciden en las propiedades del espacio existencial privado.
En lo que refiere a la arquitectura primitiva, Norberg-Schulz sostiene que el hombre ha transformado el paisaje creando estructuras que le brindaran un apoyo seguro frente a lo desconocido que lo circundaba.
En base a estos conceptos, para este autor la historia de la arquitectura describe el “desarrollo y el uso de los sistemas de símbolos arquitectónicos y, por consiguiente, forma parte de la historia de la cultura”.
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Arquitectura Contemporánea,
IAVA 2012
domingo, 8 de abril de 2012
Diccionario de terminología y elementos arquitectónicos.
El siguiente es un enlace a una página de la Wikipedia destinada a desarrollar un diccionario de terminología técnica y de elementos de la arquitectura. La misma es muy completa y resulta de gran utilidad en el momento de estudiar y analizar una obra arquitectónica.
http://es.wikipedia.org/wiki/Categor%C3%ADa:Elementos_arquitect%C3%B3nicos
http://es.wikipedia.org/wiki/Categor%C3%ADa:Elementos_arquitect%C3%B3nicos
viernes, 11 de marzo de 2011
Aprender a ver la arquitectura
http://ntic.educacion.es/w3//eos/MaterialesEducativos/mem2006/ver_arquitectura/portada.html
Aplicación multimedia dirigida a alumnos de Historia del Arte sobre los rudimentos de la arquitectura como arte y su función social a lo largo de la historia.
El edificio es analizado desde distintos puntos de vista, a través de planos, imágenes y animaciones flash, y dentro de un objetivo global que persigue la decantación de un método de análisis del arte arquitectónico para el alumnado.
Por último, hay que señalar que la oferta de actividades de trabajo y control del proceso de aprendizaje va desde la observación de bocetos arquitectónicos dinámicos hasta un test de autoevaluación
Tomado de: http://recursostic.educacion.es/apls/informacion_didactica/658
Aplicación multimedia dirigida a alumnos de Historia del Arte sobre los rudimentos de la arquitectura como arte y su función social a lo largo de la historia.
El edificio es analizado desde distintos puntos de vista, a través de planos, imágenes y animaciones flash, y dentro de un objetivo global que persigue la decantación de un método de análisis del arte arquitectónico para el alumnado.
Por último, hay que señalar que la oferta de actividades de trabajo y control del proceso de aprendizaje va desde la observación de bocetos arquitectónicos dinámicos hasta un test de autoevaluación
Tomado de: http://recursostic.educacion.es/apls/informacion_didactica/658
jueves, 23 de diciembre de 2010
miércoles, 23 de junio de 2010
MARCEL DUCHAMP: el arte de la provocación

Artista dadaísta francés, cuya obra ejerció una fuerte influencia en la evolución del arte de vanguardia del siglo XX. Nació el 28 de julio de 1887 en Blainville, y era hermano del artista Raymond Duchamp-Villon y del pintor Jacques Villon. Duchamp comenzó a pintar en 1908. Después de realizar varias obras en la línea del fauvismo, se dedicó a la experimentación y al arte de vanguardia e hizo su obra más famosa, Desnudo bajando una escalera (1912, Museo de Arte de Filadelfia), en la que expresa el movimiento continuo a través de una cadena de figuras cubistas superpuestas. La pintura causó furor en el Armory Show que tuvo lugar en Nueva York en 1913. Después de 1915 pintó muy pocas obras, aunque continuó trabajando hasta 1923 en su obra maestra, Los novios desnudando a la novia (1923, Museo de Arte de Filadelfia), una obra abstracta, conocida también como El gran espejo.


UN ARTISTA PROVOCADOR
La provocación comenzó en 1912 con su Desnudo bajando una escalera, rechazada incluso por los Independientes de París, y lo mismo ocurrió en 1917 ante la Society of Independent Artists de Nueva York cuando presentó su Fuente, por no hablar de L.H.O.O.Q o su obra póstuma, Étant Donnés. Duchamp rompió desde el comienzo su vinculación a todo grupo artístico o tendencia, incluso fulminó la idea de obra de arte y del creador sacralizados con sus ready-mades. La vía para una nueva estética y nuevas inquietudes intelectuales había sido abierta a golpe de fuerza subversiva. Pero bajo los gestos escandalosos siempre subyace, además del sentido erótico, un sutil interés por todos aquellos hechos que escapan al sentido común y a la observación científica, lo infraleve.

sábado, 3 de abril de 2010
El teatro flotante del arquitecto Aldo Rossi
Tomado de Milena Fernandez | El País de Madrid | 2010-04-02

La Bienal de Venecia dedica una muestra al teatro efímero del arquitecto Aldo Rossi, construido hace 30 años.
En un día de niebla densa y escasa luz, apareció delante de la Punta de la Aduna, el Teatro del Mundo. Quienes lo vieron no podían creerlo: ¿Un teatro flotante?. De la noche a la mañana un pedazo de Venecia se había desprendido y se negaba a hundirse. En realidad se trataba de un nuevo espacio escenográfico, construido hace 30 años por el célebre arquitecto Aldo Rossi (Milán, 1931-1997), a quien la Bienal de Venecia dedica la exposición El Teatro del Mundo, edificio singular. Homenaje a Aldo Rossi, abierta al público hasta el 21 de julio en la sede de la institución cultural.
El Teatro del Mundo fue pensado para tener una vida corta y, sin embargo representa la permanencia de una arquitectura efímera. Rossi proyectó una torre de madera, sobre una estructura metálica, con capacidad para 200 personas. El gran arquitecto postmoderno y racionalista ideó una torre, coronada con una esfera metálica, que dialogaba con la gran esfera de oro del Seicento de la Punta de la Aduana. "He pensado en inserir un teatro en una ciudad vieja, en Venecia, la capital del agua, donde el paisaje no sólo lo forman el cielo y el agua. También el puente de Rialto es parte del paisaje, un mercado, un teatro", escribió Rossi en uno de los apuntes que ha reunido la muestra. Además de un modelo del Teatro de Rossi, se exponen fotografías, dibujos, documentales de la televisión italiana y reproducciones provenientes del Maxxi-museo nacional de las artes del siglo XXI, el Museo Correr y los archivos de la Rai.
La idea original del Teatro del Mundo no fue de Rossi, pues en la Serenísima se construían teatros que se movían por la antigua urbe con espectáculos ambulantes. Nació por encargo de Paolo Portoghesi, director de la Bienal de Arquitectura 1979-1980 y del director de la Bienal de Teatro de la época, Maurizio Scaparro, comisarios de la exposición Venecia y el espacio escénico, realizada para el primer carnaval veneciano de 1980. Encargaron a Rossi un teatro ambulante, pero él fue más allá de la tradición. "Rossi no hizo lo que le pedimos. Tenía las ideas bien claras. Era una locura, carecíamos de recursos financieros y además una estructura de 20 metros podría desplomarse con los fuertes vientos que soplan en Venecia", recuerda Portoguesi.

¿Qué sentido tiene construir un teatro en la ciudad del teatro? La genialidad de Rossi, primer italiano ganador de un premio Pritzker, consiste en haber interpretado el espíritu de la ciudad, inspirándose, entre otras cosas en la famosa veduta de Carpaccio del puente de Rialto, cuando éste era de madera. El Teatro del Mundo existe sólo en la menoria, pero su capacidad de inserirse el ambiente veneciano es de gran actualidad, sostiene Portoghesi, quien lanza fuertes críticas a la arquitectura contemporánea. "No tiene sentido de pertenencia a ningún lado y carece de identidad. Es pura invención plástica, se acerca más a la escultura. Los arquistars trabajan demasiado con el ordenador. Falta el trabajo previo que se hace a mano: el dibujo. El resultado es una bella imagen que no tiene nada que ver con la construcción. Muchas cosas se sostienen porque los ingenieros, milagrosamente impiden que se desplomen. Pero este ciclo de arquitectura basada en la estética está punto de cerrarse. Zaha Hadid ha proyectado el Museo Nacional de las Artes del siglo XXI, cuyo metro cúbico cuesta 7.000 Euros, mientas que uno normal vale 1.500 Euros el metro cúbico. Es carísimo y además no es funcional".

El último capítulo del Teatro del Mundo concluyó tras un memorable viaje, vía mar al Festival Internacional de Dubrovnik, en agosto de 1980. De regreso a Venecia fue abandonado en una bodega, poco a poco empezó a deshuesarse. De la estructura ha sobrevivido parte de la esfera que coronaba la torre. Pero, el triunfo de lo efímero no morirá, como tampoco las emociones del primer espectáculo, en Venecia, que Rossi escribió aquella noche. "Delante de la Salute, mientras escuchaba la música y miraba la gente acomodarse al interno, recogí un efecto que había previsto. Al ser un teatro que flotaba, desde las ventanas se podía ver el tráfico de los vaporettos y de los barcos, que entraban en la imagen del teatro, constituyendo la verdadera escena, fija y móvil".

La Bienal de Venecia dedica una muestra al teatro efímero del arquitecto Aldo Rossi, construido hace 30 años.
En un día de niebla densa y escasa luz, apareció delante de la Punta de la Aduna, el Teatro del Mundo. Quienes lo vieron no podían creerlo: ¿Un teatro flotante?. De la noche a la mañana un pedazo de Venecia se había desprendido y se negaba a hundirse. En realidad se trataba de un nuevo espacio escenográfico, construido hace 30 años por el célebre arquitecto Aldo Rossi (Milán, 1931-1997), a quien la Bienal de Venecia dedica la exposición El Teatro del Mundo, edificio singular. Homenaje a Aldo Rossi, abierta al público hasta el 21 de julio en la sede de la institución cultural.
El Teatro del Mundo fue pensado para tener una vida corta y, sin embargo representa la permanencia de una arquitectura efímera. Rossi proyectó una torre de madera, sobre una estructura metálica, con capacidad para 200 personas. El gran arquitecto postmoderno y racionalista ideó una torre, coronada con una esfera metálica, que dialogaba con la gran esfera de oro del Seicento de la Punta de la Aduana. "He pensado en inserir un teatro en una ciudad vieja, en Venecia, la capital del agua, donde el paisaje no sólo lo forman el cielo y el agua. También el puente de Rialto es parte del paisaje, un mercado, un teatro", escribió Rossi en uno de los apuntes que ha reunido la muestra. Además de un modelo del Teatro de Rossi, se exponen fotografías, dibujos, documentales de la televisión italiana y reproducciones provenientes del Maxxi-museo nacional de las artes del siglo XXI, el Museo Correr y los archivos de la Rai.

La idea original del Teatro del Mundo no fue de Rossi, pues en la Serenísima se construían teatros que se movían por la antigua urbe con espectáculos ambulantes. Nació por encargo de Paolo Portoghesi, director de la Bienal de Arquitectura 1979-1980 y del director de la Bienal de Teatro de la época, Maurizio Scaparro, comisarios de la exposición Venecia y el espacio escénico, realizada para el primer carnaval veneciano de 1980. Encargaron a Rossi un teatro ambulante, pero él fue más allá de la tradición. "Rossi no hizo lo que le pedimos. Tenía las ideas bien claras. Era una locura, carecíamos de recursos financieros y además una estructura de 20 metros podría desplomarse con los fuertes vientos que soplan en Venecia", recuerda Portoguesi.

¿Qué sentido tiene construir un teatro en la ciudad del teatro? La genialidad de Rossi, primer italiano ganador de un premio Pritzker, consiste en haber interpretado el espíritu de la ciudad, inspirándose, entre otras cosas en la famosa veduta de Carpaccio del puente de Rialto, cuando éste era de madera. El Teatro del Mundo existe sólo en la menoria, pero su capacidad de inserirse el ambiente veneciano es de gran actualidad, sostiene Portoghesi, quien lanza fuertes críticas a la arquitectura contemporánea. "No tiene sentido de pertenencia a ningún lado y carece de identidad. Es pura invención plástica, se acerca más a la escultura. Los arquistars trabajan demasiado con el ordenador. Falta el trabajo previo que se hace a mano: el dibujo. El resultado es una bella imagen que no tiene nada que ver con la construcción. Muchas cosas se sostienen porque los ingenieros, milagrosamente impiden que se desplomen. Pero este ciclo de arquitectura basada en la estética está punto de cerrarse. Zaha Hadid ha proyectado el Museo Nacional de las Artes del siglo XXI, cuyo metro cúbico cuesta 7.000 Euros, mientas que uno normal vale 1.500 Euros el metro cúbico. Es carísimo y además no es funcional".

El último capítulo del Teatro del Mundo concluyó tras un memorable viaje, vía mar al Festival Internacional de Dubrovnik, en agosto de 1980. De regreso a Venecia fue abandonado en una bodega, poco a poco empezó a deshuesarse. De la estructura ha sobrevivido parte de la esfera que coronaba la torre. Pero, el triunfo de lo efímero no morirá, como tampoco las emociones del primer espectáculo, en Venecia, que Rossi escribió aquella noche. "Delante de la Salute, mientras escuchaba la música y miraba la gente acomodarse al interno, recogí un efecto que había previsto. Al ser un teatro que flotaba, desde las ventanas se podía ver el tráfico de los vaporettos y de los barcos, que entraban en la imagen del teatro, constituyendo la verdadera escena, fija y móvil".
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